Uno empieza a escribir a muy temprana edad (seis o siete años, tal vez
antes tal vez después). Sin embargo lo hacemos de manera mecanizada; ya sea por
los dictados o por lo que los profesores escriben en la pizarra, incluso
escribimos lo que vemos en un libro. Todo esto -obviamente- me refiero a los
primeros encuentros con la escritura. Pero si definitivamente lo tuyo no son
las letras siempre terminarás copiando escritura ya sea de forma física o de
forma virtual (copia y pega). Es muy simple escribir pensamientos de otros
autores y adoptarla como propias, pero no es válido. Es mejor escribir lo que
uno piensa y siente. Luego de ello inventarse otros mundos.
Debo decir que empiezo a escribir de manera creativa a los doce años. Mi
ingreso al nivel secundario influyó mucho en eso, pues de alguna u otra forma
salió a flote mi timidez, no es que antes no se notara es que ahora en plena
pubertad uno se va dando cuenta que no puede encajar en todo (no ahondaré en
ese tema). Pero esa timidez me empujó a una ventana de escape: La escritura
creativa. Recuerdo que en las clases había momentos en la que el profesor
salía un buen rato del aula y automáticamente el bullicio se apoderaba del
salón. Lo normal. No tenía roche con eso. En esos momentos me dirigía al final
del cuaderno (a la penúltima hoja para ser exactos) para escribir algún texto
que me alejara de los demás. En fin, se volvió costumbre en mí escribir a
cualquier hora de clase ya sea en mi cuaderno de matemática, historia; y por
supuesto el de comunicación.
Con el tiempo uno revisa los cuadernos que sobrevivieron y causa gracia
verlos rayados por todas partes: dibujos de dragonball a lapicero, ensayos de
cómo sería mi firma para el DNI, letras góticas; o textos de cualquier cosa. Al
pasar los años te das cuenta que sigues haciendo lo mismo (en la academia, en
la universidad) Entonces ves que el camino va por ahí, que definitivamente lo
tuyo no es la ingeniería sino las letras. Derecho o comunicación entra en la
idea de los padres. Pero no me veía leyendo libros de leyes, siempre me
inclinaba a la ficción o a la poesía. Ya he dicho que mi primer encuentro con
la escritura fue artística; o sea, que no me moría por ser abogado u otra rama
de leyes. La carrera de comunicación me atrajo mucho un buen tiempo, pero mi
perfil psicológico decía que era poco sociable -no retraído- sino algo tímido
con personas que no conocía; y yo claro que lo sabía de antemano. Desde
siempre.
Además uno es selectivo con lo que lee y siempre me di cuenta que los
libros motivadores no me llamaban la atención, que mi ingreso a la academia
Pamer fue un fracaso porque no gustaba corear el nombre de la institución a
viva voz. No me enganchaba mucho con el mundo animoso del comunicador.
A finales del 2008 decido crear mi blog en wordpress con el nombre de
Claroscuro (Claroscuro1121.wordpress.com); y empiezo a postear lo que se me antojara
escribir en ese entonces: crítica a películas de mi agrado, poesía, anécdotas diarias
y algunas historias exageradas. Entre el trabajo, las tocadas, la lectura y la
escritura estuve un par de años hasta que empecé mi preparación para la universidad.
Dejé de postear seguido y sucumbí a los libros de Rubiños para aprender
matemática, a los libros de historia, compendios de historia de la literatura y
otros libros académicos.
Con todo esto quiero decir que siempre he estado ligado a la escritura
ya sea de forma virtual o física. Que a pesar de que me aleje un tiempo siempre
vuelvo a escribir de manera libre. Así que ahora que estoy de vacaciones quise
volver a escribir en mi blog de wordpress, pero me bloquee debido a que hay
muchos recuerdos encontrados y quise empezar uno nuevo y me acordé que hace un
par de años atrás cree un blog en blogspot
(este blog) pero con otro nombre (“Balada para un loco”). Entonces decidí
cambiarlo de nombre y hacer una portada para que se vea presentable y comencé a
escribir mis días y algunos recuerdos. Ahí vamos pues. Otra vez decido que
escribir es mi mejor manera de conectarme conmigo y que es justo y necesario
que deje un poco de mi ser en esta ventana.
Jhonnatan Manuel